¡Buenas mochileros! Hoy os proponemos un post muy diferente en el que os contamos en primera persona cómo fue la experiencia de trasladar la cocina de l'Antic Molí a un restaurante de Girona. En primer lugar, debo deciros que, contrariamente a lo habitual, hoy el que escribe soy yo, Marc, y lo hago para contaros la experiencia vivida el pasado jueves en Llagostera (Girona) junto a mis compañeros en el Galera Tour de l’Antic Molí. Como muchos de vosotros sabéis, Vicent Guimerà y su equipo dedican un mes y medio a su crustáceo fetiche, la galera. Una vez acaban estas jornadas, el chef de Ulldecona y algunos de sus compañeros salen de la cocina de l’Antic Molí para mostrar las grandes cosas que se pueden realizar con la galera. Esta serie de demostraciones, showcookings y cenas maridaje se engloban bajo el nombre de Galera Tour, tour que comenzó el pasado jueves con una visita al Restaurante Ca La María de Llagostera (Girona) ¿queréis saber cómo nos fue? ¡Seguid leyendo! 9:00h: Después de varios días de preparativos, elaboraciones, ingredientes y, sobre todo galeras, nos disponemos a comenzar nuestro viaje hacia el norte de Cataluña. Vicent nos cita en L’Antic Molí a las 9:00h, cargamos todo en una furgoneta y emprendemos el camino hacia el Restaurante Ca La María, masía tradicional catalana transformada en restaurante de culto al slow food del que hablaremos más adelante. A las 10:30h tenemos que hacer nuestra primera parada, ya que al llevar ingredientes congelados y por temor a romper la cadena de frío, llevamos durante todo el trayecto el aire acondicionado ¡parecía que viajábamos en un furgón isotermo del frío que hacía allí dentro! Así que, aparte de estirar un poco las piernas y tomar un café, la parada nos sirvió para entrar en calor. 12:30h: Unas cuantas horas más tarde y después de perdernos un par de veces, conseguimos llegar a Ca La María, una elegante masía catalana del s.XVII reconvertida en restaurante donde se respira gastronomía por todos los lados. Allí nos reciben sus propietarios, Martí y María, que nos invitan a pasar y nos muestran su restaurante al completo. Martí y María pasaron tres años en El Bulli de Ferràn Adrià en Cala Montjoi para después recalar en Ca La María y transformar esta masía en un templo de la filosofía Slow Food y Km0. 13:00h: Después de descargar y dejar todo preparado para la noche, Martí y María nos invitan a acompañarlos a la terraza para degustar un “pequeño” tentempié que nos habían preparado. Martí abre la cámara y saca unos erizos de mar espectaculares y dice: “Au, a menjar Garotes”. Garotes es el nombre con el que se conoce al erizo de mar en Cataluña. A parte de eso, nos prepara unas cortezas que están de vicio, un carpaccio de jabalí con una crema de queso eco, unos berberechos y unos cacahuetes garrapiñados. Tijeras en mano, empezamos con los erizos, su potencia marina invadía el ambiente, así como nuestras bocas. Después de untar las yemas de los erizos en algún trozo de pan y degustar unos buenos caldos de bodegas próximas, pasamos a la comida. Aquí Martí nos prepara un arroz buenísimo de sepia y rape y María nos sorprende con un hojaldre de frutas, una crema deliciosa y unos buñuelos como postre. Seguimos con las espirituosas y probamos Ratafia, licor de nueces verdes y hierbas elaborado por ellos mismos, y "ví del tiet". Aquí llega el problema: y es que ¡a ver quién trabaja ahora…! 16:00h: Empezamos a prepara la mise en place para el servicio nocturno, preparamos platos, escaldamos verduras y empezamos con los tartares. Fueron las primeras indicaciones de Vicent mientras repasábamos el orden del menú maridaje que habían preparado para la noche. 19:30h Después de unas horas de preparación ya estamos listos para el servicio, tiempo de tomarnos un pequeño respiro hasta que lleguen los primeros clientes. Charlamos tranquilamente de cómo creemos que va a ir el servicio, repasamos tareas y nos animamos para dar una buena cena a los comensales y transmitirles nuestra pasión por la galera. 20:30h Tras la charla inicial de Vicent a los asistentes, entra de vuelta en la cocina y… “¡Comencem!“ dice el chef. “Dentelles, salen… Txangurro, listo. Galera a la inversa al pase”. A pleno rendimiento trabajamos hasta finalizar con los postres un servicio compuesto de 10 platos de los 22 que componen el Menú “Volviendo a los orígenes” de L’Antic Molí. Una vez completado el pase de platos, Vicent nos invita a salir a la sala a conocer al público asistente. Éstos, entregados, nos brindan un sincero aplauso y nos transmiten su beneplácito con el menú. 00:00h Una vez acabado el servicio y con la cocina limpia (destacar la faena de Cristina y Guillem) Martí y María nos preparan una mesa y nos ponen la cena. “Cualquier cosa para picar” decimos nosotros al unísono, y Martí responde: “Si, si, tranquils”. Nos prepara pan con tomate, embutidos, quesos y una tortilla de espárragos trigueros y ajos tiernos de su huerto y huevos ecológicos de sus gallinas (Slow Food y KM0 a tope) y ¡qué tortilla!…Jugosa y exquisita.
00:30h Después de la cena algunos se van a la cama y otros… ¡hasta aquí puedo leer! “Pero a las 08.00h todos en pie” dice Vicent, advirtiendo a la juventud. Desde aquí me gustaría dar las gracias a Martí y María por su excelente trato y espero poder compartir con todos vosotros más experiencias como esta.
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