¡Buenas mochileros! Como muchos de vosotros sabréis, la semana pasada disfrutamos de una cena-maridaje con vinos de DiVinos&Viñas en el Restaurant L'Illa (Alcossebre). Aunque vamos a dedicar nuestro post de hoy a la descripción de los vinos de la bodega segorbina, desde Mochila de Sabor queremos felicitar al Restaurant l'illa, por trabajar y promocionar de manera incansable los productos de Castellón, ya sean vinos (como fue la semana pasada) como quesos, verduras, cervezas, etc. Di Vinos & ViñasCuando hablamos de DiVinos&Viñas, estamos hablando de una bodega familiar situada en Segorbe, cerca del Pantano del Regajo. Una bodega que recupera la tradición vitivinícola del interior de Castellón de antes del siglo XX (antes de la llegada de la filoxera) y que, además, se muestra comprometida con el territorio, no solo con sus etiquetados -son diseños de artistas de la zona-, sino que también se compromete con los corchos (son de alcornoques del Alto Palancia) y las barricas (de roble frances y de roble español). A continuación os presentamos los 5 vinos que degustamos: Odisea blanco: Empezamos la cena con pulpo sobre pesto de tomate de colgar de Alcalà de Xivert acompañado de un Odisea Blanco perfecto para abrir boca. Se trata de un vino especial, un blanc de noirs. Un vino elaborado a partir de uva blanca y negra (prensada ligeramente para sacar su jugo pero no machacar su hollejo). Un vino fresco, ligero y goloso. De color pajizo con destellos brillantes y capa baja, el Odisea Blanco presenta intensos aromas afrutados que recuerdan al plátano, así como a las frutas tropicales (piña, mango o kiwi). Su entrada en boca es suave, fresca. Se trata de un caldo de paso ligero, con una notoria acidez que equilibra la calidez que le proporciona el grado alcohólico. Su paso por boca es liviano, así como su postgusto. Los taninos de este vino, sumamente delicados, junto con su frescor y aromas frutales invitan a repetir, copa tras copa. Odisea Rosado: Pasamos al capuchino de alcachofa con espuma de foie y reducción de P.X, maridado con el Odisea Rosado, una de las novedades de la bodega para este año. Su color es rojo fresa de capa baja-media. Olfativamente, es una representación de frutos rojos. Su entrada es suave y fresca. Aunque en un primer momento se presenta como un vino dulce, se equilibra rápidamente en el paso, que es ligero y con perfectos toques de acidez. En su conjunto es un vino afrutado, con notas de fresa compotada. Su tanino es delicioso, disimulado. Se trata de una propuesta tan agradable como golosa, facil de consumir. Proyecto Manbo. Vino de mesa. Tinto. Pasamos al pescado: atún en escabeche con verduritas encurtidas. Con él llegamos a otra de las novedades de la noche: el Manbo. Un tinto que combina uva mantonegro (tradicional de Mallorca) y bonicaire (de Segorbe) en una mezcla que cuenta la historia de amor de los bodegueros (ella segorbina y él mallorquín). El color del Manbo es ciruela, con un ribete granate claro (símbolo de que es un vino joven) y de capa alta. Olfativamente, es aconsejable dejar que se abra durante unos segundos. Después, afloran aromas primarios, con toques salinos. El cuerpo de este caldo es más contundente que el de los anteriores, así como sus taninos, más perceptibles y ásperos. Aún así, su paso por boca es sutil, sabroso, ligeramente afrutado y, en definitiva, muy redondo, con un persistente retrogusto. La Perdición (tinto): Seguimos nuestra cena con la presa de cerdo ibérico sobre pesto de pistachos, plato que acompañamos con el más famoso de los vinos de Di Vinos & Viñas: La Perdición. De color cereza picota, capa alta y ribete rojo amoratado, en nariz presenta intensos aromas a frutos negros maduros o compotados que dejan una sensación olfativa muy agradable. La Perdición es firme en boca, un vino estructurado con perfectos toques de acidez que equilibran su grado alcohólico y con algún que otro despunte amargo. Probablemente sea el vino más seco de los que hemos probado y el que tenga los taninos más notorios, más ásperos. La dulce perdición. Vino dulce: Ha llegado la hora del postre y con él, pasamos a una de las propuestas más golosas de DiVinos&Viñas: la dulce perdición. Se trata de un vino naturalmente dulce realizado a partir de uvas que se dejan pasificar en la cepa. Además, para conseguir ese delicado y gustoso dulzor, el proceso de fermentación se detiene antes de lo habitual, de manera que la levadura no llega a convertir todos los azúcares de la uva en alcohol (si no de detuviese la fermentación, el vino que actualmtene tiene 15% de alcohol tendría un 22%). El resultado de todo ello es un vino limpio de color cereza con ribete rojo ligeramente amoratado y de capa media. En boca se perciben frutos rojos almibarados. De estructura firme, la dulce perdición se convierte en un perfecto acompañante para los postres. ¿Os parecen raros los términos de cata como "taninos", "capa" o "ribete"? Para saber qué significan y profundizar en cómo se hace una cata, no os perdáis nuestro post sobre cómo catar vino tinto. ¡Salud!
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