¡Buenos días mochileros! Esta semana nos hemos desplazado hasta Peñíscola para conocer sus famosos zumos de cebada. Las cervezas artesanales Badúm se caracterizan por su pureza y su notable sabor. Los matices aromáticos por los que apuesta la familia Serrat Miquel, como el de alcachofa o el de calabaza, las han convertido en unas de las cervezas más originales del panorama castellonense. “Todo empezó por mi hijo. Desde adolescente le ha gustado mucho la cerveza y con 16 años ya empezó a investigar y a probar de elaborar en casa con su “kit de internet”, comenta María Miquel (propietaria de la cervecería). “Cada día le salían de una forma pero él iba haciendo y nosotros las tomábamos en casa”. A partir de ahí y empujado por esas primeras pruebas Hernán Serrat se fue interesando cada día más por el mundo cervecero hasta que se apuntó a un curso de elaboración de zumo de cebada en Barcelona. El comentario que le hizo a su madre entonces fue el siguiente: “mamá, me he apuntado a un cursillo de cerveza en Barcelona, ¿te apetece venir conmigo?”, “ah, pues sí y visitaré a mi amiga”, contestó María, ante lo que su hijo le indicó: “no, ¡es que tu también estás apuntada!”. Así comenzó su aventura común en el mundo de la cerveza. Tras su primer curso, el interés de los dos fue en aumento y su material fue ampliándose y profesionalizándose hasta llegar el día en que decidieron montar su propia cervecería artesanal: Badúm. Eso fue en 2012. Ese año lanzaron también su propuesta más conocida: la Badúm Carxofa, una cerveza con elaborada con alcachofa de Benicarló, que tuvieron la oportunidad de presentar justo cuando se celebraba la feria de la alcachofa en la ciudad cadufera. “En Benicarló, le ponemos alcachofa a todo: a la paella, a los guisos, a los salteados… Por eso dijimos ¿y por qué no una cerveza de alcachofa? Así que probamos, la presentamos en la feria y gustó. Tuvo mucha aceptación” comenta María. Sin embargo, el repertorio de los peñíscolanos es más amplio, de hecho cuentan con un total de 6 variedades de cervezas, todas ellas elaboradas siguiendo la línea de pureza alemana, sin pasteurizar, sin añadidos químicos y sin filtrar:
“El público cervecero está aún en proceso de construcción. Antes había mucha gente que se decía cervecera, pero que nunca había probado una artesanal” comenta María, “ahora, por suerte, la cultura cervecera va a más y se valoran más aspectos como la artesanía y la naturalidad”. Si es así, parece que los cerveceros también están de suerte ya que cada vez se producen más cervezas de manera artesanal y con más matices. Cervezas como las de Badúm, que apuestan por seguir esa línea de pureza ancestral en la elaboración y por ofrecernos en cada propuesta nuevas gamas.
Desde Mochila de Sabor os invitamos a probar estos refrescantes zumos de cebada producidos en nuestra provincia. Sus procesos de elaboración son transparentes y los resultados finales espectaculares, ¿os animáis con ellas?
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